De cualquier manera, les dejo esta nueva entrada, algo corta, algo insípida, algo vacía.
AMOR

Ahora que termino el sufrimiento solo queda disfrutar. Disfrutar de mi presente, de mi vitalidad, de mi juventud, de mi vida. Fue una larga travesía llena de obstáculos pero al fin lo logre. Tengo mi corazón junto al de ella, y no será tan fácil separarlos.
Es algo mágico, como si San Pedro me hubiera dejado entrar al paraíso antes de tiempo, es celestial, el edén terrestre, la felicidad. Ella me ama y yo la amo, formando un círculo de amor reciprocó que hace a nuestras almas caminar dichosas cuando están juntas y las hace llorar cuando nos alejamos.
No quiero separarme nunca de ella, ella es mi diosa, mi religión, me creencia, mi sangre, mi existencia. Solo por ella vivo y solo por ella moriré.
Cuando la veo a los ojos, siento paz. Cuando la tomo de la mano, siento paz. Cuando la abrazo, siento paz. Cuando la beso, siento que mi vida se alarga hasta la longeva edad de cien años, parando el tiempo, parando la vida, congelándome en lo calido de sus labios, siendo invencible, indestructible, inalcanzable.
Estoy en el pináculo de la vida.
Estoy en el amor.
Y me agrada estar ahí.
NOS VEMOS