domingo, 30 de agosto de 2009
COINCIDENCIA DESTINADA
Soy coincidencia, soy destino.
Soy coincidencia desde que el condón almacenado en la cartera por cerca de 3 años finalmente se rompiera, liberando la mitad de mi ser en una pequeña célula.
Soy coincidencia desde que el fuerte y certero esperma de mi padre
Atravesó con ahínco el ovulo de mi mama.
Soy coincidencia desde que el útero de mi madre fue lo suficientemente fuerte como para no tener complicaciones y haber aguantado 9 meses de suplicios.
Soy destino porque estaba destinado a nacer.
La barrera entre el destino y la coincidencia es tan difícil de definir como la diferencia entre una puta mujer y una puta travesti. Casi imperceptible, casi nula. Tan trasparente como el vidrio limpiado por windex, tan invisible como el Mesías que camina entre nosotros, esperando el momento perfecto para revelar su identidad y se r mandado al manicomio de New York.
Una mariposa aleteando en las islas canarias causo el huracán Katrina. Un meteorito con pequeñas células con vida invento al hombre. Una serpiente que habla causo el destierro del edén. Un paso….causo el siguiente.
Todo esta tan ordenado pero tan desordenado a la vez, todo es tan confuso, tan difícil y sencillo. El que predice el futuro juega a la lotería, el filosofo que a todo le busca la razón termina por volverse loco y condenarse a una vida de pensamientos abstractos mientras come de la basura, sin recordad lo que alguna vez pudo ser, un buen hombre.
Cuando uno esta en la cama del hospital, viendo a la muerte acercarse en forma de una recién nacida siendo llevada a los brazos de su madre. Se da cuenta de que su muerte estaba prevista desde el momento en el que lanzo la primer lagrima a este mundo regido por un hibrido entre azar y predicción.
Cuando uno ve por primera vez a esa chica que, comiendo tres de asada y una coca, te cautiva con sus dulces y frágiles manos que hasta parecen que piden permiso a la tortilla para tomarla y masticarla trozo a trozo. Te das cuenta que un amor puede empezar por estar en el mismo lugar, a la misma hora, en la misma sintonía. De que una mirada puede llevarte desde aquella felicidad eufórica hasta el suicido.
Aquella niña que nació en Achiconohuilpo estaba destinada a casarse con ese niño de Tepicoloyo por trato familiar. Un matrimonio arreglado destinado a que el amor se les termine rápido pero a seguir indefinidamente por seguir costumbres. Un matrimonio en el que el esposo esta destinado a tomar Tecate para escapar de la triste realidad de que la mujer que alguna vez vio bella, se ha decrepitado al pasar de los años. Un matrimonio en el que la mujer esta destinada a terminar con pensamientos suicidas al ser esclava de la rutina de lavar la ropa, trapear el piso, preparar la comida, etc. etc.
Don Pedro murió por accidente vial en la intersección Obregón con Carlos Ozuna a las 9:37 de la noche a causa de un conductor ebrio originario de Tepicoloyo. Don pedro había salido de su casa en rumbo al oxxo para comprar no se que cosa. Si hubiera salido un minuto antes o después, si hubiera enviado a su hijo, si se hubiera encontrado a su mejor amigo de la infancia al que no había visto en más de 46 años, se hubiera salvado.
La coincidencia y el destino son dos términos efímeros, dos términos incorrectos y correctos, dos términos con tantas caras como un octágono pero con tantas ruedas como un monociclo.
Soy destino, soy coincidencia.
Álvaro
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